sábado, 24 de mayo de 2014

Delirio de locos, sonrisa de pocos

Por Nahir Saieg

La banda de rock nacional Las pastillas del abuelo se hizo presente en la ciudad de Pergamino el pasado 16 de mayo.  

“Que se hayan inventado Las pastillas del abuelo y por supuesto la 20 que explota” se escucha en la cola del Club Centenario de Pergamino, donde cientos de jóvenes esperan para ingresar al recital de la banda. La mayoría son de la ciudad, pero también se hicieron presentes micros de Buenos Aires, de Junín, de San Nicolás y de Rosario. 

En la tarde del viernes, al llegar al hotel “Raíces” los miembros de la banda se tomaron el tiempo de firmar autógrafos y sacarse fotos con el grupo reducido que los había ido a esperar. Anduvieron por la peatonal como si nada, pareciera que no supieran que Pergamino es una de las ciudades más “pastilleras”.

Las puertas del Club Centenario se abrieron alrededor de las 21 horas, pero la fiesta había comenzado ya hacía horas en una plaza cercana. “Juntada pastillera” rezaba el evento en Facebook, se reunieron para hacer la previa del recital y disfrutar desde temprano de esa magia que se respira en sus recitales. Narices de payaso, globos de colores y banderas de todas partes adornaban la helada noche.

Sin embargo se hicieron rogar, el show comenzó pasada las 23 horas. Juan Germán “el Piti” Fernández, y toda su banda abrieron la presentación con “La cerveza”, continuaron “Amar y envejecer” y “Duda”, tres temas emblemáticos que remontaron a todos los fanáticos a aquellos comienzos allá hace tanto tiempo. 



Promediando la mitad del show, se apagaron todas las luces y le dieron paso a la presentación de dos canciones nuevas pertenecientes a “El barrio en sus puños”, una obra de teatro ciego que la banda encabezó en el verano sobre la vida de Ringo Bonavena. La música le pertenece a la banda, y la letra a Alberto Sueiro, gran amigo y colaborador de Las Pastillas (escritor de ¿Qué es Dios?, Loco no discrimines, entre otros temas célebres del grupo).

El primer tema “Década del 60”, hace un recorrido por esa triste y a su vez gloriosa época Argentina donde llega a su esplendor Bonavena. Y el segundo tema, “La hazaña”, rememora la épica pelea en la que triunfa sobre Muhammad Ali. Un momento de silencio y reflexión entre tanta fiesta, un momento en que el público se dejó llevar y por unos minutos vivió en los 60.

Después de este intervalo entre tanta euforia y gritos, el show continuó con toda la energía. Recorrieron temas de todos sus discos, rememorando clásicos y enloqueciendo a los fanáticos. Al ritmo de “Resulta imposible”, “La casada”, “Me juego el corazón” las más de mil personas que se encontraban en el Club Centenario disfrutaban de la fiesta “pastillera”. Fiesta que no fue en ningún momento empañada por la violencia, fiesta que fue sana fiesta y que les permitió a todos vivir el show en paz. Padres con hijos pequeños, hermanos mayores que por primera vez llevaban a sus hermanos menores a un recital, el ambiente familiar al que Piti y su banda nos tienen acostumbrados. 



Llegada la una de la madrugada el recital fue terminando, cerraron con “Otra vuelta de tuerca” y “Viejo Karma”, como vienen haciendo desde hace ya varios meses. Después de dos horas de show, y 22 canciones fue el momento de la despedida. Agradecida, como siempre, la banda se retiró del escenario dejando a todos los fanáticos delirando y con ganas de un poco más de rock. Esperemos que no falte ocasión para que Las Pastillas del abuelo visiten nuevamente nuestra ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario