miércoles, 21 de mayo de 2014

"Ante la ley", impactante muestra fotográfica en el Museo de la memoria

Por Nahir Saieg

En Córdoba al 2019 es posible apreciar el testimonio visual de uno de los momentos claves de nuestra historia contemporánea, los juicios a los genocidas de la última dictadura militar.


La escalera que conduce a la muestra es blanca y está muy iluminada, inmensos ventanales de esa casa vieja, que es el Museo de la memoria, le dan claridad al recinto. Pero rápidamente es posible percibir que contiene algo que no le pertenece a la escalera misma, un dejo de oscuridad. Nombres. Nombres y años. Nombres de asesino, de genocidas de la última dictadura militar y los años que les correspondieron de condena. Escalón por escalón uno va pisando a aquellos que tanto torturaron, que tanto mal hicieron. Y al ingresar a la muestra, las fotografías terminan de darle ese condimento al ambiente, no es un ambiente más, se respira algo mucho más profundo y mucho más inexplicable que en una muestra normal.




Los fotógrafos encargados de “Ante la ley” son Silvio Morisconi, Hector Río, Matías Sarlo de Rosario. Federico Casinelli, Jorge Olmos Sgrosso, Fabían Font, Diego Araoz de Tucumán. Sergio Goya de Buenos Aires. Helen Zout de La Plata y Sandra Siviero de Córdoba. 



El objetivo de la presentación es mostrar una selección, un testimonio visual de todos esos juicios realizados de 2003 en adelante que buscan establecer justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar. Es posible darse cuenta de que el impacto que tienen estas fotos va más allá de su peso histórico y el rastro de la muerte detrás de esos rostros, es la necesidad de plasmar la justicia. Sí, tarde. Pero llegó. Es ver esos rostros y saber que les llegó la hora de pagar. Es ver a esos familiares y saber que van a poder tener aunque sea un poco de paz. 

En plena calle Córdoba, hay un lugar ajeno a los gritos y al apuro, un lugar que te inspira a mantenerte en silencio, a ofrecerle respeto a esas fotos de familiares que lloran esperando una sentencia, un lugar que te obligan a mirar con recelo las fotos de los asesinos que esperan la condena, algunos abatidos y otros orgullosos de sus crímenes hasta el final.


En el recorrido de la muestra también pueden apreciarse frases de poetas nacionales que terminan de enmarcar el lugar para dar paso a la reflexión. Vale la pena darse un rato a uno mismo para ir al Museo de la Memoria y dejarse llevar por la historia, que a fin de cuentas no es más que nuestra historia. 

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