sábado, 31 de mayo de 2014

Cirse en Rosario

Cirse en Rosario

Tras el paso de la rompiente

Cirse regresó la ciudad cargado de energías y ganas de presentar su tercer disco Rompiente pero esta vez en particular con su primera presentación en Pugliese. Las expectativas del show eran muchas, por eso desde que llegué encontré una cantidad de fanáticos y seguidores del grupo esperando a que habiliten la boletería para poder entrar al recinto.

La noche arrancó con los "visitantes" de Wiliam, oriundos de Villa Constitución, que destacaron riffs y saltaron calentando los equipos del backline y el escenario para lo que vendría después. Un tímido público para el final se acercó al escenario para poder corear "Hacé Escucharte" y así terminaba la primera banda de lo que sería una larga noche.

Wiliam, desde Villa Constitución, dio un fugaz show de apertura en la noche.
Entre asistentes sobre el escenario poniendo todo a punto y la música puesta por el DJ Emanuel Sangregorio para relajarse mientras se tomaba un buen trago, llegó el turno de la segunda banda de la noche: Le Ciel. El nombre refiere a una palabra en francés el cielo, pero su música está lejos de tener que ver con Francia. Todo listo sobre el escenario, bajaron por las escaleras hasta sus puestos, de fondo sonaba una pista que avisaba que todo iba a comenzar. Comienzan con "Cada Error", primer tema que los hizo conocido en las redes sociales, más tarde llegaría el turno de los invitados y subió como invitado Franco De Laurentiis, baterista de Renacer Del Tiempo

De lejos, cerca de la consola se notaba unas caras conocidas. Varios de los miembros de Cirse se acercaron a ver el show con el grupo que ya los había acompañado en más de una visita a Rosario. Creada por Bianca y Luz, ex Dekadencia, junto a Federico Gerling y Alex Luke (guitarristas de La última cancion del mundo) y Elaine Neder disfrutaron cada minuto de su show presentando su EP que actualmente se encuentra para descargar en su bandcamp (¡viva la descarga digital!).
Los chicos de Le Ciel presentaron su EP por primera vez en Pugliese.
Concluyó Le Ciel luego de 10 canciones y Pugliese para las dos de la mañana se encontraba atestado de gente con remeras de Cirse expectantes al recital de su banda, pero tendrían que antes pasar por los locales que van pisando fuerte: Sistole. Su nombre refiere a un movimiento muscular del corazón, y la música y lo que uno siente a la hora de plasmar su música canción proviene del corazón. 

Conformada por el ex baterista de Fluido Macu Cuello, Diego Robertazzo en voz, Fernando Multi Raiz en guitarras y sintetizadores, Eugenio Costa en bajo y por tiempo indeterminado Ezequiel Michieli como segunda guitarra; adelantó material de su primer disco, próximo a editarse. Momentos cúlmines de su show fueron Dos Mundos y Sigo, ambos cortes de su EP y canciones que la gente cantó de principio a fin.
Sistole dio su cuota de rock mezclando secuencias a la noche.
Concluído los amigos de Sistole, llegó el momento cúlmine de la noche. El reloj marcaba las cuatro menos cuarto de la mañana, pero quedaba mucho por delante. Era hora de calentar el cuerpo con un pogo, mover la cabeza arriba y abajo sin sentido disfrutando un grupo de amigo que hace diez años sabe lo que hace. Era la hora de Cirse, con una intro de parte de Martín en batería, Nek en segunda guitarra y los hermanos Leonardi (en primera guitarra y bajo) haciendo de las suyas arrancó el conjunto que mezcla pop, punk y post-hardcore y al final de la intro sube Luciana Segovia que vestía una remera negra del merchandising oficial de, un hoodie, calzas y unas botas con plataforma. 

La altura no tiene nada que envidiarle a esta líder que posee una de las mejores voces femeninas del rock argentino, así como también el color de su pelo que termina siendo llamativo. Luciana toma el micrófono y dice "buenas noches, esto es Cirse" y a los pocos segundos arrancan con "Invisible", la canción perteneciente a su segundo disco Imaginario que los convirtió en poco tiempo que telonearía a Paramore, Avril Lavigne, Metallica, entre otros artistas internacionales. 


Su público fiel, desde el primer al último tema corearon y poguearon con gusto. El sonido estuve bien adaptado a la situación sin muchas complicaciones como sucedió antes. La lista del show estuvo rodeada de clásicos: Juré, Apuesta, Por tu bien, Dirección incierta, y más. Pero destacaron las canciones de su último disco, Rompiente: sonaron Desinféctame, Miedos, Ritual, Sueños, etc. Para casi las cinco de la mañana Cirse se despedía con Á.C.I.D.O. y todos se retiraron a un plácido sueño y su servidor quedó detrás de un escritorio con uno de los mejores shows hasta que pudo cubrir de este 2014.
Liderados por Luciana Segovia (foto) Cirse mezcla el punk y el post-hardcore en sus canciones.

Luciano Brunelli

Facundo Manes en Rosario

El viernes  16 de mayo, Facundo Manes presentó su libro “Usar el Cerebro” en Rosario. Invitado por el diputado nacional, Pablo Jakvin -quien además convocó al médico Roberto Villavicencio y al coautor del libro, Mateo Niro-  reunió alrededor de 150 personas en Homo Sapiens, distinguida librería de la ciudad, y se dio lugar a una hora y media de debate y consultas al neurocientífico sobre sus conocimientos y principalmente, sobre su nuevo material.

Eran las 19 y la sala de conferencias de Homo Sapiens ya estaba colmada de personas de distintas edades, desde adolescentes hasta ancianos. Hacía un par de semanas, la visita de Facundo Manes se esperaba en la ciudad, más bien, la exhibición de su libro. De a poco, el ambiente se fue atestando de diferentes sensaciones: curiosidad, expectativa y por sobre todo, mucho interés por la neurociencia. 

Con el micrófono ya dispuesto, Pablo Javkin tomó la palabra. Luego de saludar cordialmente a la audiencia, comenzó por contar la amistad que tiene con Manes y comentó también una pasión que ambos comparten: la política. “Me atrevo a opinar que es un libro de un científico más que de un neurocientífico”, opinó el diputado. Antes de cerrar su discurso, agregó que tanto él como el invitado y todas las personas presentes “siente un importante entusiasmo con la ciudad de Rosario”. 

Le tocó la palabra al titular del Grupo Oroño, Roberto Villavicencio. “A través de Javkin, decidimos contar con uno de los talentos más preciados que tenemos en la Argentina”, admitió. Luego, agradeció a todos por estar presentes allí e hizo una breve presentación del libro para proceder a leer un fragmento. La gente se fundió en un largo aplauso mientras atendía cada vez más a lo que delante de ellos estaban diciendo.

Saludó y abrió su discurso el coautor del libro – Licenciado en Letras – Mateo Niro: “Uno llega cansado de la semana y para nosotros resulta una alegría inmensa verlos acá presentes”. Contó que después de dos días que salió a la venta el libro, fue a una librería para ver si estaba y se emocionó cuando le dijeron que se  había agotado: “Esa sensación fue la primera de las sensaciones que nos dio un gusto enorme”, admitió.

Pasada la media hora de conferencia,  el micrófono fue cedido a Facundo Manes.  “Para mí no es ninguna casualidad que estemos en Rosario, es la primera ciudad que elegimos para hacerlo después de la feria del Libro”, dijo.  Además, agregó que busca junto con Niro “afianzar la amistad con la ciudad”. La audiencia lo apremió con un aplauso cuando expresó: ”A nosotros seguramente nos gustaría estar en Buenos Aires hoy descansando y a ustedes seguramente también, pero nosotros vinimos acá porque pensamos en el largo plazo”.

La presentación se tornó más técnica y científica cuando comenzó a hablar sobre temas específicos. Expuso la cuestión de los objetivos de cada persona y recomendó vivir pensando a futuro porque “muchas veces lo inmediato no es bueno”.  “Como país a veces también nos concentramos en lo inmediato y no en el largo plazo”, opinó.

Continuó dando consejos de cómo proteger el cerebro y enumeró algunas formas: hacer ejercicio, alimentarse correctamente,  no olvidar ni dejar inactiva la mente y por último, tomar decisiones. Sobre los temas alimenticios, la gente rió cuando afirmó: “Podemos tomar una copa de vino tinto todos los días. Los franceses dicen tres y los americanos una, pero con dos estamos satisfechos”. Respecto al olvido, comentó que “se gasta energía cuando cuando se olvida”.  Explicó que cerebro en miles de años ha desarrollado un proceso de toma de decisiones inmediatas basado en la vivencia de experiencias previas. Para resumir, expresó: “La vida es tomar decisiones”.

Después de media hora de discurso, Manes dio pasó a una instancia de preguntas. Algunos quisieron saber sobre la operación reciente de la presidente Cristina Fernández  De Kirchner, ya que él fue el coordinador del equipo médico, pero no accedió a dar respuesta por resultar un “secreto médico”. Los más jóvenes, indagaron sobre la salud del cantante Gustavo Cerati pero, si bien el neurocientífico admitió tener contacto con el artista y su familia, no puede comentar ningún diagnóstico. En todo momento fue generoso con sus palabras pero siempre dejó una idea inconclusa para invitar a leer su libro.

Después de una hora y media de charla y debate, se dio por finalizada la presentación. Facundo Manes hizo los saludos y agradecimientos correspondientes mientras la gente comenzó a retirarse con varios conceptos para comprar el material y luego usar bien el cerebro. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

PARCIAL: GABO VISITÓ A FIDEL

Cattaneo.

Eran las diez de la mañana y Gabo arribaba a Cuba para encontrarse con su amigo Fidel. Estaba vestido con una camisa blanca, un pañuelo en el cuello y un pantalón negro. Detrás de sus grandes anteojos con marcos negros se notaba el avance de su enfermedad. De esa enfermedad que muchos no se atreven a siquiera mencionar y contra la que venía luchando desde 1999.

Minutos después de descender del avión que lo traía de México se subió al Chevrolet de 1951 verde que lo esperaba en la puerta del Aeropuerto de La Habana José Martí. Iba a la casa de su amigo y líder supremo de la revolución. Estaba nervioso por el reencuentro.

Gabriel conoció a Fidel en enero de 1959, cuando el primero vivía en La Habana y trabajaba en Prensa Latina. La amistad fue surgiendo poco a poco. Gabo veía en él algo diferente, sentía que era distinto al resto de los líderes latinoamericanos. La admiración fue desde un principio.

En la puerta de la residencia su amigo y compañero lo esperaba con muchas ansias. Hacía años que no se veían. No obstante, la amistad seguía viva y allí estaba él, aguardándolo para compartir una charla.

Fidel lleva puesto, como de costumbre, un conjunto deportivo azul Adidas. Desde que su salud comenzó a empeorar fue dejando el verde oliva de lado para adoptar un nuevo uniforme más cómodo. No veía la hora de que su amigo llegue.

El coche que trasladaba a Gabo se detuvo frente al comandante. El escritor se bajó apresuradamente y no dudó en saludarlo con un abrazo. Eran muchas imágenes, muchos recuerdos los que se le venían a la cabeza.

-¡Amigo mío! –lo saludó el revolucionario–. Tanto tiempo...

-¡Que emoción! –replicó Gabriel.

El líder lo invitó a pasar a la casa. Una vez adentro, los viejos amigos se sentaron enfrentados. El comandante en su habitual silla giratoria y Gabo en un confortable sillón marrón. Ambos se encontraban muy felices, era indudable.

-¿Cómo anda tu salud? –le preguntó Fidel.

-Sufrí una recaída producto de la enfermedad –le respondió.

-Oh, Gabo. Nuestros médicos están experimentando grandes avances científicos. Te juro que encontraremos la cura contra esa enfermedad –disparó. -Quiero que Cuba sea responsable de tu curación.

-Sabés que tengo una gran confianza en la revolución y admiro a sus científicos –contestó Gabo.

La última vez que Gabriel y Fidel se habían visto había sido hacía unos seis años. En ese momento el escritor viajó con su esposa, Mercedes y almorzaron junto a Dalia –la mujer de Fidel- y toda su familia.

Pero en este nuevo encuentro el estado de salud de ambos no era el mismo, los años habían pasado y el encuentro fue más íntimo. En general las charlas entre ellos giraba alrededor de la literatura o la gastronomía. Ambas pasiones para los dos. Pero este encuentro fue diferente y tuvo nula repercusión.

Gabriel había formado parte del núcleo de periodistas que conformaban Prensa Latina, una agencia de noticias perteneciente al gobierno de Cuba que fue fundada en junio de 1959 por iniciativa de Jorge Ricardo Masetti y  el Che Guevara. La misma surgió en defensa de las ideas de la revolución encabezada por Fidel.

-Querido, ¿recordás cuando me amenazaban y me perseguían de la CIA? –preguntó Gabo.

-Y los disidentes a la revolución, los mercenarios – agregó el líder.

-Fue por mi rol en Prensa Latina. No compartían el contenido de mis reportajes.

-Luego hablan de libertad de expresión –criticó-. La libertad es sólo para el imperio. Cuanto cinismo.

-Hasta el día de hoy no me han dejado tranquilo. Les molesta mi ideología, mis opiniones.

-Son así, amigo. Odian el socialismo y a los pueblos libres. Si fuera por ellos ya me hubieran matado.

Las paredes de la casa estaban pintadas de celeste y había muchos cuadros y plantas. Fidel tenía a mano su teléfono fijo y estaba rodeado por una vasta biblioteca donde estaban todos los libros de Gabo.

Gabriel se acomoda en el sillón y se sirve agua en el vaso que tenía al lado. Toma un trago y dice:

-¿Vos sabías que verdadera causa de mi enfrentamiento con Mario es la revolución cubana?

-Lo sospechaba. Contame.

-Se han inventado muchas cosas: que fue por una mujer, que hubo unos puñetazos... En realidad él nunca soportó mi amistad personal contigo y mi apoyo a la revolución.

-Claro, desprecia todos los gobiernos populares. Es funcional al sistema capitalista. No puede entender que sólo el socialismo garantiza la educación, la salud y el empleo y que no puede haber educación, justicia social y socialismo sin revolución.

-Pero él reduce todo eso a una dictadura prehistórica. Si hay alguien que se opuso a la derecha y a las dictaduras en todo Latinoamérica fui yo.

-Me consta. Los que defendemos a los pueblos latinoamericanos somos nosotros. Dictadores son los que quieren derrocarnos y volver a convertir a Cuba en un traspatio de los Estados Unidos, un lugar de diversión para los yanquis. Quieren volver a hundir a los cubanos en la miseria.

Gabo asintió con la cabeza y tomó otro trago de agua.

Él creía profundamente que el socialismo era una posibilidad real de solución para los problemas de América Latina. En ese sentido siempre optó por no ser neutral, por tener una activa militancia. Al mismo tiempo, nunca dejó de considerarse periodista. El sostenía que el periodismo era el mejor oficio del mundo y que el mundo tarde o temprano sería socialista.

-¿Qué deseas almorzar? –preguntó Fidel mientras se desprendía la campera.

-Sabés que me inclino por la langosta. Pero comamos bacalao, como te gusta a vos.

-No, Gabito. Comeremos langosta con vino tinto.

Si el Bicho pierde… Pijuí gana

- ¿Le ofrezco algún producto?
-  El único que vendes, Pijuí… semillitas.
***
Todos los fines de semanas son diferentes para cada persona. Algunos los disfrutan para dormir, otros para salir a divertirse con sus amigos y emborracharse por la noche, otros para organizar almuerzos y cenas con sus familiares, y existen también los que deben trabajar igualmente. Pero entonces, ¿dónde se ubica a la gente que espera ansiosa a que llegue el viernes, el sábado o el domingo para ir a la cancha a ver a su equipo? ¿En qué lugar se ubica a Pijuí? Se podría decir que en el Coloso Marcelo Alberto Bielsa.

Es un viernes de Agosto. Newell’s juega el domingo frente a Racing en el Coloso por la Fecha  16 del Torneo Final argentino, ambos equipos disputan la punta de la tabla desde el inicio del campeonato junto a Argentinos Juniors. Jorge Mario Mariachi comienza su jornada en su casa de Barrio Alberdi a las 7.30. Desayuna rápido, sale y se dirige a la esquina para comprar el diario, cualquiera menos “La Capital”, apodado en la jerga  leprosa como el “Sina” de Rosario. De regreso, sus vecinos dudan en saludarlo ya que su larga campera, que casi cubre todo su cuerpo de pequeña estatura, no deja identificarlo.

- Buen día, Pijuí. ¿Ya fuiste a la distribuidora? – Le pregunta Toto, el verdulero.
- No, en un rato voy, porque tengo que leer los diarios primero. El domingo jugamos con Racing, si ganamos quedamos con 39 puntos y tenemos más posibilidades de salir campeones. Argentinos Juniors tiene que perder con Boca para dejarnos el camino libre y  ya la próxima fecha...
- Ya lo sé. Chau, Pijuí.

Así es él. Una pregunta sencilla y corta, que podría responderse en una sola oración, se convierte en un monólogo de cualquier tema ligado a Ñuls. Desde resultados hasta estadísticas, desde ex jugadores hasta posibles refuerzos, desde las obras que se realizan dentro del club hasta la situación de la causa de López. Pijuí sabe de todo y para cualquier cosa tiene su argumento. Su memoria prodigiosa vale tanto como salir campeón invicto, y eso sí que es mucho.  Uno de los temas más contados por él es el del origen de su apodo.

- ¿Y Por qué te dicen Pijuí?
-El Mono Obberti me lo puso un día cuando me llevó a mi casa. Sí, sí, ¡él me alcanzó hasta mi propia casa!

Luego de leer todos los diarios, verificar los equipos que jugarán en el día y consultar la posible formación del suyo, se calza su gorro rojo y negro y se dirige a la parada de colectivo para que lo lleve a una distribuidora local a comprar los “productos” que venderá el domingo en la cancha. En realidad, “productos” ofrecía hace más de diez años, cuando se podía elegir entre semillitas Pipas, caramelos “Sugus” o alguna que otra galletita. Ahora comercializa sólo semillitas de girasol, pero él los sigue denominando “productos”.

 Un rato más tarde, llega y entra al local. Lo reconocen enseguida por  la forma de moverse y sus gestos. Saluda, pide “lo de siempre”, paga y se va. Cuando nuevamente llega a su hogar, analiza la situación; tiene dos opciones. La primera es quedarse viendo los partidos del día en su televisor del año 1985, y la otra es agarrar su bolso, sus pertenencias e irse al club. Se decide por la segunda.

Nuevamente se sube a un colectivo. En el trayecto,  devora los clasificados de "El Ciudadano" sólo para que pase el tiempo, él mismo sabe que no necesita ni comprará nada. Agradece poder estar haciéndolo ya que hace cuatro años estaba imposibilitado en ese sentido. En 2010, su calvario con el hecho de padecer ceguera se esfumó gracias a una operación que fue obsequiada por el actual presidente leproso, Guillermo Lorente.

- Sacate los ‘culo de botella’, Pijuí - le repetían los hinchas durante los partidos.
- Es que no veo, señor - contestaba humildemente.

Al llegar, todos lo saludan animadamente. Ese su segundo hogar en el mundo y sueña con que sea el único en un futuro, su anhelo es poder vivir allí. Y como para no, Jorge Mario tiene 58 años y desde los 20 pasa casi las 24 horas ahí adentro. Pasea por la administración, después pasa por atención al cliente, en donde se encuentra con decenas de socios que van mensualmente a pagar la cuota, y termina en el bar La Visera, ubicado justo abajo de la tribuna oficial del estadio. Pasado el mediodía, los mozos le sirven, como de costumbre, pollo al champignon con papas españolas. No faltan las especies de monólogos que recita sobre el partido del domingo ni tampoco los relatos de cómo vio campeonar a la Lepra. Para callarlo, los mozos le traen el tan esperado postre: flan con crema... y dulce de leche.

Cuando cae el sol, después de haber pasado toda la jornada ahí dentro y de haber visto todos los partidos, decide regresar a su casa. Le espera un largo rato en alguna parada de Pellegrini. Igualmente, él no se aburre porque siempre encuentra algún leproso a quien contarle sus historias de los viajes que realizó siguiendo a Newell's y  las estadísticas. Todos sienten simpatía y lo aprecian. Sin dudas, es el hincha más popular del interior.

***

El sábado resulta un día de ansiedad y espera eterna de cara al partido del domingo, hace frío y no tiene muchas ganas de salir, no se quiere enfermar para mañana. Pero no importa, hay algo que no falla: su visita al club. Durante la tarde, se encuentra con un empleado de limpieza y se da lugar a unos minutos de puros recuerdos y nostalgia.

- Pijuí, yo extraño mucho viajar de visitante. ¿Te acordás cuando nos juntábamos todos acá en la puerta principal a esperar los micros? ¡Qué alegría!… desde temprano empezábamos a alentar y no paramos hasta llegar a la cancha, fuese donde fuese. Y vos siempre firme con tu bolsa llena de comidas y semillitas para vender… ja ja, ¡sos un fenómeno!

Y efectivamente era así. Aunque por razones de seguridad la AFA haya prohibido estos dos últimos años el público visitante en los estadios de Argentina, los hinchas de cada club, y en este caso de Newell’s, recuerdan con fervor aquellos momentos. Para Pijuí viajar era seguir incondicionalmente a su gran amor. Resultaba una tradición verlo un sábado o domingo con su habitual atuendo llegar al club con dos bolsas: una grande con sus "productos" para vender una vez en la tribuna y otra con provisiones personales de comida para todo el trayecto. Un clásico.

Ya entrada la noche vuelve a su casa. Una vez instalado, cena una sopa de verduras, acomoda cerca de la puerta de entrada la bolsa de polietileno que llevará con todos sus reconocidos "productos" y se mete rápidamente en la cama.

- Mañana tenemos que ganar - repite mientras se duerme.

***

Ni siquiera amaneció pero Pijuí ya está levantado y desayunando. Tiene mate con bizcochos de hace dos días, pero eso es lo de menos ya que nada en el mundo vale más que saber que hoy domingo a las 14 juega Newell's contra Racing. Se calza los jeans, una camisa vieja, su campera impermeable, también con algunos años de más, sus zapatillas negras y lo infaltable: se lleva su gorro rojo y negro en la mano. En la puerta de entrada está la bolsa que preparó la noche anterior junto con la especie de soporte de madera que usa para colgarlo de uno de sus hombros, poner todos los "productos" dentro y venderlos. Un estado de zozobra empieza a invadirlo.

Ya en el colectivo y con todos sus petates, se sienta y espera que llegue el momento de bajarse a dos cuadras de la cancha. "Vamo' Pijuí", le gritan y alientan los hinchas que están haciendo el mismo trayecto que él. Sumido en cánticos y emoción, llega el momento de bajarse.

- Te lo llevo hasta la platea, ¿querés, Pijuí? - le pregunta una hincha a pocos metros de la entrada al estadio.
- No se haga problema, señorita. Yo puedo. A las 14 jugamos con Racing con arbitraje de Carlos Maglio, el que siempre nos cobra cosas que no son. Si ganamos, quedamos solos arriba y si Argentinos Juniors pierde podemos salir campeones en la próxima.
- Ojalá, Pijuí. ¡¡Vamos la Lepra, carajo!!

***
El árbitro pita el silbato y comienza el partido. Los bombos retumban y las banderas flamean. La gente se excita cantando "... Newell's vos sos mi pasión, Newell's vos sos mi locura, dejen la vida en la cancha que yo la dejo en la tribuna". Una mezcla de exaltación con desesperación se vive por no saber cómo finalizará el partido. Pero todos los plateístas de la tribuna oficial "Gerardo Tata Martino" saben que en cualquier momento aparecerá Pijuí. Y aparece...

- Semillitas Pipas, semillitas, acá hay semillitas - ofrece con un tono de voz alto.
- Acá Pijuí, yo quiero- le pide un hincha.
- ¿Qué producto le ofrezco?
- Ja ja, un paquete de Pipas... ¿cuánto es?
- Son cinco pesos.

Así prosigue durante los 45 minutos. De a ratos mira el partido y lanza alguna expresión o algún grito de aliento. En los momentos de mayor venta se caen algunos "productos" al piso pero enseguida la gente se los devuelve y él los acomoda en su cajón cargado al hombro. El primer tiempo termina 0-0 de milagro con Ñuls jugando desastrosamente, sin claridad y habiéndose salvado de varios ataques en su arco. Durante el entretiempo, Jorge Mario aprovecha para hacer sus necesidades en el baño.

La lluvia cae ferozmente cuando empieza el segundo tiempo, circunstancia que lleva a Pijuí a tener que ver el juego desde el bar "La Visera". Una pantalla gigante y cinco LCDs le muestran lo que está pasando a pocos metros de ahí. Le importa un comino que no pueda vender, mojarse no le agrada ni un poco. Son varios que piensan como él y enseguida las mesas y sillas comienzan a poblarse de hinchas que alientan mientras miran cómo la Lepra salió a matar o morir al verde césped. Después de los primeros 20 minutos, la voz de Pijuí surge desde el fondo de una manera inmanejable.

- ¡¡¡Dale Ñol!!! Vamos Figueroa, pateá. Pasala a Maxi, dale dale dale.... uuuuuuuh" - se lamenta por una pelota que pegó en el palo izquierdo - Casi la metemos, dale Ñubel, dale... ¡¡Penal!!
- Pará un poco, Pijuí... no es penal, está en la mitad de la cancha - lo contradice un hincha, siempre con humor.
- Pero es que tenemos que ganar, si hoy ganamos quedamos primeros… salimos campeones la fecha que viene si El Bicho pierde. Y así nos vamos a clasificar a la Copa Libertadores y ahí también podemos salir campeones porque...
- ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!! - gritan los demás eufóricos.
- Uy, gol, gol, goooooool. Mirá, ¡¡de la Fiera!!

A los 31 minutos de la parte final, Maxi Rodriguez logró definir al arco y puso el 1-0 tras un magnifico pase de Lucas Bernardi. Los hinchas gritan sin parar a niveles ensordecedores. La incertidumbre cesa pero ahora los nervios colman cada rincón. La lluvia no para y el partido parece no terminar más.

- Faltan diez minutos, muchachos. Ya termina y si el Bicho pierde podemos ser campeones en la próxima...
- Sshh, Pijuí. Ya lo dijiste hace menos de cinco minutos a eso - Lo callan entre risas.
- Perdón, es que estoy emocionado. Cuando Newell's salió campeón en 1988 yo entré a la cancha con los jugadores y...
- ¡¡Basta!!
- Faltan cinco minutos... ¿cuánto dará de descuento?

Y, por fin, termina. Alrededor de 40.000 almas dentro del Marcelo Bielsa cantan y están descontroladas. "Esta hinchada, se merece, se merece ser campeón", gritan con ritmo. Dentro del bar también lo hacen y Pijuí es el primero en levantarse y agitar sus manos al compás de los cánticos. Está claro que nadie puede parar esa locura.  De a poco, la gente decide retirarse.

Pasada media hora, el hincha más popular del interior sigue ahí. Pero esta vez está contando la recaudación del día gracias a la venta de sus "productos". Cada leproso que pasa lo saluda, factor que desencadena un instante de repetitivas historias que hacen reír y al rato, despedirlo.

- Pijuí querido, ¡Ganamos! - Le comenta uno.
- Sí, y si Argentinos Juniors pierde podemos salir campeones la próxima fecha. Estoy emocionado como en el 1990 cuando dimos la vuelta.
- Yo también, maestro. ¿Estuvo bien la venta hoy?
- Sí, con las golosinas recaudé $150. Estuvo bien porque hoy solamente vendí en el primer tiempo, se largó a llover y tuve...
- Ya sé, te viniste acá adentro. Yo te compre un paquete.
- Gracias, señor.
- De nada. Nos vemos en estos días. ¡Vamos la Lepra!

Hace una hora que terminó el partido, pero él sigue ahí sentado contando por enésima vez lo recaudado y los "productos" que le sobraron. No sabe a qué hora volverá a su casa. Lo que sí sabe con certeza y no para de repetir es que si Argentinos Juniors pierde con Boca Juniors, Newell's Old Boys puede salir campeón en la última fecha.

UN VIAJE QUE FUE

Cattaneo.

Desde el 15 de mayo y hasta el 15 de junio se exhiben en la sala Leónidas Gambartes en el 2ª piso del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa la muestra “Un viaje que fue” del artista plástico Víctor Carrivale.

Carrivale es profesor de nivel medio y superior en Artes Visuales. Tiene el título de "Curaduría: administración, diseño y montaje de exhibición" del Instituto Filadelfia y actualmente es director del Museo de Artes Visuales “Orlando Ruffinengo” de la ciudad de Gálvez.

La exposición está compuesta por treinta pequeños dibujos, realizados con técnica mixta -lápiz color, acrílico, grafito, y técnicas digitales- sobre papel blanco.

Caras pálidas y envejecidas superpuestas y con ojos grandes, otras dentro de una especie de huevo con tonos amarillos y naranjas, bocas con unos pocos dientes amarillentos que gritan pero parece nadie las escucha, ojos vendados y puños, fetos y bebés con los ojos tapados son moneda corriente.

Al mismo tiempo, rostros inhumanos con ojos negros o vacios en algunos casos, cerrados en otros. Óvalos que encierran a varias personas que se encuentran apretadas y otras caras envueltas en el velo del amor.

En otras pinturas sobre fondos oscuros se puede apreciar perfiles que se reflejan a través de espejos y transmiten asombro, nostalgia y dolor. Negro, gris, violeta y azul son algunos de los colores por los que optó Carrivale.

En este sentido, el autor permite al público realizar un recorrido a lo largo de su vida. Sus vivencias y experiencias del pasado se encuentras en el centro de la escena en la exposición. Sus recuerdos traen aparejadas muchas emociones. Los protagonistas de las imágenes son él y su familia.

Los retratos de su tía Esther, su prima Ethel para su cumpleaños de quince y una tal “dulce Isabel” logran aproximar al espectador al entorno más íntimo del artista. Como también al seno de su madre, su “nave de origen”.

“Mi obra se basa en esos recuerdos imborrables, en esos viajes interminables de misteriosa soledad acompañada. De la angustia por no haber vivido lo vivido. Representan el dolor por los que ya no están, por la lucha de cada uno de ellos, por su transformación a través del tiempo. Por una necesidad de volver a ese lugar tan puro, tan propio en donde me fui gestando”, expresó Carrivale.

La muestra puede ser visitada de lunes a viernes de 9 a 21 horas y los sábados, domingos y feriados de 10 a 18 horas en San Martín 1080 (Plaza Montenegro). La entrada es libre y gratuita.

Exposicion Beatle en el Memo

El pasado lunes doce de mayo, se presentó una interesante propuesta en el Beatles Memo, ubicado por el cada vez más nocturno Boulevard Oroño. Se trató de una exposición de fotos clásicas de Los Beatles y el show de Good Morning, banda rosarina que hace tributo a los músicos ingleses. Si bien las fotos lograron tomar cierta popularidad entre los que visitaron el bar, la presentación musical fue el plato fuerte. Good Morning se destaca por hacer versiones propias de los clásicos de la banda de Liverpool. Con una performance sobria instrumentalmente y una aceptable labor con las voces, consiguieron la aprobación de todo el público. Comenzaron con “ Baby you can drive my car”, provocando con ese pegadizo rock n roll una activación positiva del público. Luego le siguieron piezas preferidas por la mayoría, como “ Yellow submarine” o “ i saw her standing there”. Por supuesto, también hubo lugar para las bellas baladas que hicieron disfrutar a las parejas que asistieron al Memo. Fue muy destacable durante pasajes del show, el hecho de haber salido de las listas clásicas de una banda tributo a Los Beatles, y tocar algunas canciones no tan conocidas o hasta material solista de sus miembros. Se destacaron piezas de Travelling Wilburys, banda que integró G. Harrison junto a Roy Orbison, entre otros gigantes de la música. Temas de la carrera solista de Lennon y Mccartney, predominaron en la performance. La banda se despidió con la imprescriptible “ Hard days night”, y provocó bailes y palmas en un público más que satisfecho por la labor de los músicos rosarinos.

Blue Velvet y F. Bacon

En la película Blue Velvet de David Lynch se puede apreciar una relación directa con la obra de Francis Bacon por parte del director. Lynch crea diversos ambientes durante la película, tal vez siendo los más destacados los que experimentan Frank y Sandy durante su aventura. Ellos visualizan las conductas más extrañas y violentas de la sociedad en la que habitan. ¿Es un mundo extraño, verdad?, le pregunta Frank a la hija del detective. Sus escenas retorcidas parecerían traer consigo una crítica o un mensaje profundo sobre lo peor del ser humano, tal como en la obra de Bacon. Hay un recurso que aparece una y otra vez en la película, y es el uso de la contradicción de los paisajes. La escena inicial del film, es una típica localidad estadounidense, con los niños asistiendo al colegio, los bomberos saludando a los civiles y los policías vigilando la ciudad con una sonrisa. En síntesis, sería la venta de aquel “sueño americano” que proyecta Hollywood en sus obras. Pero estas escenas apacibles chocan de repente con escenas de violación y asesinatos, como mostrando que si rasgamos un poco la corteza, encontraremos que en realidad es una máscara que encubre lo más lúgubre del ser. También se destaca el hecho de que dos jóvenes con un espíritu tan inocente y sensible, se sumerjan en el mundo de lo culpable y despiadado. Frank termina cometiendo episodios de abuso con una mujer y visitando lugares de mala muerte. Los ambientes de contradicción creados por el director, son el eje de la película. Su genialidad está en lograr combinar y relacionar lo mundano con lo macabro. La influencia de Bacon es evidente. En su obra, el pintor nos muestra figuras desmembradas, mutiladas y sobre todo expuestas. En la película se logra exponer la crueldad y la crudeza del alma desde distintos ángulos, tal como la obra del pintor. La última relación palpable entre estos 2 artistas es el recibimiento de su trabajo en las personas. Es muy simple, Blue Velvet o se la ama o se la odia. Lo mismo podemos decir si investigamos sobre la repercusión de las pinturas de Bacon. Fue muy criticado y estigmatizado en su tiempo, pero la realidad es que al igual que Blue velvet es un clásico del cine, la obra del irlandés es hoy en día considerada de las más destacadas a nivel mundial.

martes, 27 de mayo de 2014

Mariano Ferreyra: un símbolo de lucha

El jueves 15 de mayo a las 19:30 se proyectó en la Facultad de Humanidades y Bellas Artes de la UNR el film “¿Quién mato a Mariano Ferreyra?”. Protagonizada por Martín Caparros, dirigida por Alejandro Rath y Julián Morcillo, basada en el libro homónimo de Diego Rojas. Tuvo como invitado especial a Juan Morcillo uno de los productores y extras de dicha película.


Alrededor de las 19 el salón donde se llevaría a cabo la presentación se encontraba repleto. “Estamos retrasados”, explicó Pablo Díaz un joven de veintitantos militante del Partido Obrero: “Disculpen, pero el colectivo donde viaja Juan Morcillo viene con demora”. Mientras tanto se proyectaban algunos videos. Todos ellos con un mismo protagonista. Un personaje que aparecía en paredes, pasacalles, folletos y en fotos.
-¿Sabías que yo lo conocí a Mariano Ferreyra? –dijo una estudiante desde su asiento por lo bajo a alguien que se sentaba a su lado.
-¿Si?
-Sí, era un buen pibe… siempre estaba en todas las manifestaciones.
Ese buen pibe era un dirigente de la Federación Universitaria de Buenos Aires y militante del partido obrero desde que tenía 13 años. El día 20 de octubre del 2010 Mariano Ferreyra se encontraba en una manifestación de trabajadores tercerizados. Pero en el medio de la protesta el joven recibió un disparo en el pecho, que le quitaría la vida a los 23 años. Los acusados fueron un grupo afiliado a la Unión Ferroviaria.
En uno de los tantos videos que se proyectaba estaba Mariano tocando la guitarra. En él se lo podía ver sonriente, un poco avergonzado porque se confundía los acordes. Tocaba “Wish you were here”, “Desearía que estuvieras aquí”, una de las canciones más reconocidas de Pink Floyd. Y entonces una amarga ironía se compartió por parte de todos los espectadores.
A las 19.30 llegó finalmente Juan Morcillo el productor del documental. Un hombre moreno y fornido; aquel día llevaba lentes. Saludo algo tímido, casi como disculpándose y acto seguido comenzó a proyectarse la investigación periodística sobre Mariano Ferreyra.
El film es un despliegue de historias. Una de ellas comienza a primeras horas de la mañana del 20 de octubre del 2010, horario en el que inicia la manifestación donde el joven militante perdería su vida. A su vez se entrecruza con el itinerario cotidiano que realiza el periodista Andrés Oviedo (Martín Caparros) y como lleva a cabo la investigación del “caso Ferreyra" a partir de la noticia de su muerte. Aparecen testimonios de amigos y familiares de la víctima y así concluye con el juicio sobre el fallo ejemplar dictado por el Tribunal Oral y Criminal 21 de la Capital Federal.
-¡Mariano Ferreyra!
-¡Presente!
-¡Ahora!
-¡Y siempre!

Gritó el público conmovido, ansiosos por escuchar lo que tendría para decir el productor. Quien habló de los logros obtenidos a partir de la semejante movilización que provocó la muerte del joven. Algunos entretelones del rodaje de la película, como que el actor que verdaderamente buscaban para ejercer el papel de Andrés Oviedo era Ricardo Darín. Sin embargo este por temas de agendas se vio rechazándolo. Buscaron a diferentes actores reconocidos del país, “… Y finalmente dimos con Martín Caparros”, dijo casi disculpándose Juan Morcillo.
Poco a poco el salón quedó vacío. Sillas esparcidas desordenadamente, panfletos y volantes formaban, ahora, parte de la decoración del lugar. Aquel joven de tan solo 23 años que aparecía en todos ellos, era un personaje que llegó para quedarse. Para permanecer en la conciencia colectiva como símbolo de lucha y para reivindicar la unión social.

sábado, 24 de mayo de 2014

Delirio de locos, sonrisa de pocos

Por Nahir Saieg

La banda de rock nacional Las pastillas del abuelo se hizo presente en la ciudad de Pergamino el pasado 16 de mayo.  

“Que se hayan inventado Las pastillas del abuelo y por supuesto la 20 que explota” se escucha en la cola del Club Centenario de Pergamino, donde cientos de jóvenes esperan para ingresar al recital de la banda. La mayoría son de la ciudad, pero también se hicieron presentes micros de Buenos Aires, de Junín, de San Nicolás y de Rosario. 

En la tarde del viernes, al llegar al hotel “Raíces” los miembros de la banda se tomaron el tiempo de firmar autógrafos y sacarse fotos con el grupo reducido que los había ido a esperar. Anduvieron por la peatonal como si nada, pareciera que no supieran que Pergamino es una de las ciudades más “pastilleras”.

Las puertas del Club Centenario se abrieron alrededor de las 21 horas, pero la fiesta había comenzado ya hacía horas en una plaza cercana. “Juntada pastillera” rezaba el evento en Facebook, se reunieron para hacer la previa del recital y disfrutar desde temprano de esa magia que se respira en sus recitales. Narices de payaso, globos de colores y banderas de todas partes adornaban la helada noche.

Sin embargo se hicieron rogar, el show comenzó pasada las 23 horas. Juan Germán “el Piti” Fernández, y toda su banda abrieron la presentación con “La cerveza”, continuaron “Amar y envejecer” y “Duda”, tres temas emblemáticos que remontaron a todos los fanáticos a aquellos comienzos allá hace tanto tiempo. 



Promediando la mitad del show, se apagaron todas las luces y le dieron paso a la presentación de dos canciones nuevas pertenecientes a “El barrio en sus puños”, una obra de teatro ciego que la banda encabezó en el verano sobre la vida de Ringo Bonavena. La música le pertenece a la banda, y la letra a Alberto Sueiro, gran amigo y colaborador de Las Pastillas (escritor de ¿Qué es Dios?, Loco no discrimines, entre otros temas célebres del grupo).

El primer tema “Década del 60”, hace un recorrido por esa triste y a su vez gloriosa época Argentina donde llega a su esplendor Bonavena. Y el segundo tema, “La hazaña”, rememora la épica pelea en la que triunfa sobre Muhammad Ali. Un momento de silencio y reflexión entre tanta fiesta, un momento en que el público se dejó llevar y por unos minutos vivió en los 60.

Después de este intervalo entre tanta euforia y gritos, el show continuó con toda la energía. Recorrieron temas de todos sus discos, rememorando clásicos y enloqueciendo a los fanáticos. Al ritmo de “Resulta imposible”, “La casada”, “Me juego el corazón” las más de mil personas que se encontraban en el Club Centenario disfrutaban de la fiesta “pastillera”. Fiesta que no fue en ningún momento empañada por la violencia, fiesta que fue sana fiesta y que les permitió a todos vivir el show en paz. Padres con hijos pequeños, hermanos mayores que por primera vez llevaban a sus hermanos menores a un recital, el ambiente familiar al que Piti y su banda nos tienen acostumbrados. 



Llegada la una de la madrugada el recital fue terminando, cerraron con “Otra vuelta de tuerca” y “Viejo Karma”, como vienen haciendo desde hace ya varios meses. Después de dos horas de show, y 22 canciones fue el momento de la despedida. Agradecida, como siempre, la banda se retiró del escenario dejando a todos los fanáticos delirando y con ganas de un poco más de rock. Esperemos que no falte ocasión para que Las Pastillas del abuelo visiten nuevamente nuestra ciudad.

jueves, 22 de mayo de 2014

La inspiración de nuestro entorno

En el Centro Cultural Norberto Fontanarrosa, con motivo del 77º Aniversario de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos de Rosario, se estarán exponiendo del 24 de abril al 25 de mayo algunas de las obras de reconocidos artistas nacionales como Berni, Grela, Musto, Barnes, y muchos otros. 

Esta exposición tiene como finalidad hacerle un homenaje a aquellos pioneros de la expresión artística que con sus pinturas enriquecieron el patrimonio cultural de la ciudad y el país.
Lo primero que descubro al recorrer la exposición y al observar las pinturas, es que los paisajes naturales son una de las principales fuentes de inspiración de los artistas. Gran cantidad de las obras refieren a estos. No sé si serán reales u obra de su imaginación, pero generan ganas de conocerlos, de estar ahí. Desde una casa de madera al pie de una cascada en el medio de una montaña, hasta unos pescadores rodeados de un inmenso mar azul. Todos transmiten una placentera sensación de paz y tranquilidad.
Las flores también se llevan gran parte de la exposición. De distintos colores, tamaños y formas. En un ambiente natural, o metidas en un florero; al parecer estas despiertan algún tipo de sentimiento o sensación que no soy capaz de percibir.
Otras imágenes que aparecen repetidamente retratadas son aquellas relacionadas a actividades de la vida cotidiana, situaciones que forman parte del día a día de las personas; en su actividad laboral, tocando un instrumento o realizando un deporte.

Muchas caras miran desde los cuadros que cuelgan iluminados. Rostros de personas, de quienes no sé nada pero los cuales cautivan a través de sus miradas, de sus rasgos, de sus facciones y expresiones. Rostros comunes, sin nada que los distinga de los que me cruzo al volver a la realidad.

Joaquin Fernandez

La soledad como compañía

Edward Hopper fue un famoso pintor estadounidense. A primera vista uno podría considerar que sus obras transmiten tranquilidad ya que nos muestra lugares solitarios o personas solitarias en lugares donde pareciera que nada pudiera molestar a sus protagonistas. La soledad está presente en cada uno de sus trabajos, aunque no físicamente.

Todo pareciera estar en orden. No importa cuál sea el escenario representado. Puede que haya una persona encerrada en una habitación, ocupando una mesa en un bar o compartiendo un momento con algún desconocido. Sea cual sea la situación todos tienen en común el hecho de encontrarse ensimismados, encerrados en sus pensamientos, meditando vaya uno a saber sobre qué.
Pero, ¿Qué no tenga a otra persona a mi lado, quiere decir que estoy en soledad?
Al detenerme a analizar las obras de Hopper, no creo que sea así. Es verdad, la mayoría de ellos se encuentran solos (y aquellos que están acompañados no son conscientes de los que los rodean), pero a través de sus miradas y expresiones me dicen otra cosa. Ellos están ahí; pero no. Están en otro lugar. Sus pensamientos nos llevan a otro lado. ¿En que estarán pensando? ¿En el futuro? ¿En el pasado? ¿Qué es lo que hace que estén tan aislados? Puede que estén pensando en esa persona a la que aman, en cuestiones laborales, problemas familiares o en algún sueño o meta que les gustaría cumplir. ¿Estarán pensando eso o eso es lo que yo pienso cuando me encuentro en situaciones similares? Qué se yo acerca de aquella persona que jamás vi en mi vida. ¿Acaso existe siquiera?

Es muy difícil hablar de lo que una obra artística puede transmitir ya que lo que cada uno percibe está íntimamente relacionado con los aspectos personales de la vida de cada uno; de las experiencias vividas, de sueños, de objetivos, de ideas, o de aquello en que al momento de apreciar una pintura tiene mayor relevancia en cada una de nuestras vidas. El arte es algo muy subjetivo, transmite sentimientos muy distintos a cada uno. Es una relación personal la que se entabla con un objeto artístico.

Joaquin Fernandez

Retratos para no olvidar

Desde el martes 25 de marzo se estará exponiendo en el Museo de la Memoria: “Ante la Ley”, un registro fotográfico de los juicios por crímenes de lesa humanidad en distintas ciudades argentinas. La muestra cuenta con fotos tomadas por fotógrafos de Rosario, Tucumán, Buenos Aires, La Plata y Córdoba.

Estos artistas han logrado captar a través de sus cámaras diversas situaciones que generan sentimientos muy fuertes y despiertan en nosotros una gran emoción. Las imágenes transmiten el dolor de las personas que allí se encuentran retratadas. Los familiares frente a las puertas de los tribunales, reclamando por una justicia que tarda en llegar, pero que finalmente llega. Los rostros que reflejan el enojo, la indignación y también el alivio por lo que está sucediendo puertas adentro. Para ellos esto es un gran logro pero que conlleva un gran sufrimiento. Es volver a abrir esa herida que nunca cerró. Provoca mucha tristeza rememorar aquellos tiempos, aquello tan terrible que tanto dolor les causó. Aquello que les cambió las vidas para siempre e hizo qué nunca más volvieran a ser las mismas personas.

También se encuentran expuestos los responsables de aquel horror,  sentados en el banquillo de los acusados. Los rostros de los genocidas, carcomidos por los años, ya decrépitos, pero injustamente todavía vivos; y lo que es peor, hasta ese momento, todavía libres. Viviendo la vida que a tantos les quitaron. Pero sus ojos reflejan que no todo ha salido como ellos esperaban. Seguramente nunca imaginaron que ese momento llegaría, pero allí están, siendo juzgados por las atrocidades que cometieron.

Joaquín Fernandez


Análisis de “Rear Window” (Alfred Hitchcock, 1954) en base a Edward Hopper

Oscuridad en suspenso

El mirón indiscreto y la soledad del momento 

Ventana por la noche, Edward Hopper.
En base a la imagen podemos deducir que el arte de Edward Hopper (reconocido pintor por su obra "Los halcones de la noche")no es de esas pinturas que animan el alma con sus tonos de felicidad sino todo lo contrario, te quedas pasmado al ver tanta soledad y lugubridad en una solo lienzo. Tonos rojos, marrones, negros y mucha pero mucha oscuridad dan pauta de que Hopper era uno de los retratistas más depresivos de la época de 1947 hasta su muerte en 1967.
Pero aquí no vamos a dar rienda suelta a una suicida reseña de arte expresionista sino vamos a comparar al pintor con uno de los más grandes del séptimo arte: Alfred Hitchcock.

En este caso compararemos el talento de Hopper con la obra fílmica de 1954 "Rear window" (o como la llaman en nuestros pagos "La ventana indiscreta"). Con las actuaciones estelares de James Stewart, que protagoniza a un fotógrafo postrado en una silla de ruedas por un accidente, y Grace Kelly como la novia y amante del protagonista que se mueve por las esferas de la alta sociedad.
Uno de los tantos afiches de la época de estreno de La ventana Indiscreta.
La historia se desarrolla completamente en la vista a un patio interno rodeado por edificios de ladrillo descubierto, predominando los colores marrón, gris y tonos claros por doquier, todos unidos entre sí por una sola cosa: sus ventanas. En la mirada de Hopper esto es característico ya que siempre se resaltan las ventanas como un punto de conexión entre el interior de la soledad de un cuarto o una persona con su unión con el exterior que le es hasta ajeno y desconocido.

James Stewart (izq.) y Grace Kelly (derecha) tratan de descubrir un asesinato.
Jeff (James Stewart) es un reconocido fotógrafo de una revista con la cual ha fotografiado los momentos más épicos de la época, desde explosiones de bombas hasta choques de autos. Pero ahora vive en una silla de ruedas con una férula que le cubre toda la pierna. En una noche descubre que un vecino que vivía con su esposa tiene actitudes sospechosas y por eso decide espiarlo. El final no se los contaré pero la película se desata con mucho suspenso, amor, música, sensualidad y una aparición del director creador de "Psycho" o "El hombre que sabía demasiado".

¿Que más podemos llegar a señalar tanto de Hitchcock como Hopper? Ambos genios artísticos expresaron lo tétrico, la locura, el abandono y la melancolía en sus lienzos y fílmicos. Este caso no escapa de ellos, seguramente Hopper estaría feliz de ver La ventana indiscreta.

PD: las piernas y la belleza de Grace Kelly no tienen comparación. Vamos Alfredito!
Luciano Brunelli