miércoles, 11 de junio de 2014

¿El rock está apagado?

No. El rock no está apagado, si no que se encuentra tapado. Existen muchísimos músicos nuevos, nacieron interesantes propuestas y se están encontrando caminos nuevos para el género. Pero quienes se encargarían de publicarlos, fotografiarlos o exponerlos, siguen intentando lustrar lo que ya no tiene vigencia. La muestra fotográfica “ Retratos del Rock”, es una prueba explicita del moribundo rock del mainstream argentino. La mayoría de las fotos son tomadas en primer plano y no dicen mucho. Son rostros conocidos, poses repetitivas y hasta en algunos casos aburridos. Celeste Urreaga (la fotografa), quiso hacer algo distinto pero su propia idea termina traicionándola. Coincido con Joaquin Fernandez, periodista que también cubrió esta muestra, en que el contenido es escaso. Y aun peor es repetitivo. “Las imágenes fueron tomadas en un ámbito privado y los músicos fueron conscientes de ello ya que en la mayoría de las fotos se encuentran posando, haciendo muecas y divirtiéndose frente al lente de la cámara de Urreaga”, escribió Fernandez. La realidad es que las poses no son muy distintas las unas de las otras y algunas están demasiado sobreactuadas. Solo algunas fotos se logran destacar en esta monótona exposición. Una en especial captó mi atención, mostrando solo los ojos de Andres Calamaro con un perfecto plano detalle. Los ojos del músico tienen un color rojizo en su piel aproximándose al globo ocular, y se encuentran entre cerrados, como haciendo fuerza para no desaparecer. En ese ejemplo se le puede conceder un valor artístico a Urreaga, retratando la mirada de lo que es Calamaro, un ser conocido como “los reventados” del rock. Otra valoración positiva es la de acompañar a cada imagen con una frase o cita del personaje fotografiado. Recomiendo en especial ver la de Cristian Alvarez( pity ). Entre los artistas retratados se encuentran: Claudio Kleiman, Ana Naon, Cristian Barnes, Cuino Scornik, Andres Calamaro, Negro García Lopez, Adrian Otero de Memphis la Blusera, Cachorro Lopez de Los Abuelos de la nada, entre otros. Tal vez fue muy inocente de mi parte esperar encontrarme con algún artista contemporáneo. Es válido destacar que era la única persona en el Centro Cultural Fontanarrosa. Esto fortalece mi punto: Si se sigue haciendo lo mismo, apostando a lo que alguna vez funcionó, poca vida le queda al género. No solo hay que intentar hacer algo distinto, como intento fallidamente Urreaga, si no también buscar en otros lugares a los artistas. Tal vez es hora de abandonar el facilismo de descubrir bandas que suenan en las radios y salen en las revistas especializadas y adentrarse en el Underground de nuestro país. La impresión que deja la muestra fotográfica, es que el rock está muerto. Pero no está muerto, si no perdido y hay que buscarlo.

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